domingo, 15 de junio de 2008

Megadeth en Diario el Comercio Ecuador


Miles de metaleros se hicieron parte de la leyenda de Megadeth

6/15/2008
Diago Cazar Baquero. Redactor


El retumbar del bajo de James LoMenzo y los ‘beats’ del bombo de Shawn Drover resonaron en los pechos de 7 000 metaleros que llegaron a Quito desde varias ciudades del país para ver a Megadeth en vivo, tras 25 años de espera.
Cuando el vocalista gritó con un español atropellado: “¡Hola chicos, bienvenidos a la casa de Megadeth!”, los roqueros alzaron los brazos como respuesta al ‘frontman’ (cantante) y gritaron efusivamente su nombre: “¡Mustaine, Mustaine, Mustaine...!”.
Tres temas bastaron para que, sobre la arena del coso de Iñaquito, se desatara el acostumbrado rito del metal: el golpe, el contacto físico, el agitamiento de las melenas, la danza circular de un pogo que señalaba por fin el momento en el que los músicos y el público eran un solo cuerpo rindiendo homenaje al rock. Humos de aromas distintos y nubes de arena eran la misma cosa ahí abajo.
La banda sonora eran esos himnos con los que muchos presentes vivieron su juventud. Hangar 18, Holly Wars, Skin O’My Teeth, A Tout Le Monde. Uno de los temas más esperados, Symphony of destruction, llegó a medio concierto acompañado de una leve llovizna que se esparcía sobre el público. Los ‘riffs’ de las guitarras insistían en los fraseos que daban lugar al “Megadeth, Megadeth, arr... Megadeth”, hasta el coro final.
También hubo tiempo para tocar un poco del ‘United abominations’ (tocaron Sleepwalker y más tarde sonó Washington is next). Unos cuantos metaleros saltaron desde los graderíos de la locación general hasta arena, cuando Mustaine apareció con una bandera ecuatoriana en las manos. Los aplausos respondieron al gesto y luego el emblema quedó anudado al pedestal del micrófono, vibrando con los sonidos que salían de las torres Marshall.
Un Dave Mustaine casi idolatrado alternaba los impecables ‘sweaps’ de su guitarra con los solos de Chris Broderick (aunque hubo quien extrañó al legendario Marti Friedman). Los músicos del metal ecuatoriano estaban ahí, reunidos frente a la leyenda del thrash metal mundial, sin importar sus preferencias, identificados por el valor de ver a una banda que marcó a miles de músicos en el mundo.
Estaban Eutanos, XXX, Ente, Desquizofrenia , confundidos entre el mosaico de chompas de cuero. Heavies, punkies, blackers, harcoreros, deaths... Cuencanos, guayaquileños, ambateños, ibarreños llegaron a la plaza para ser parte de esta leyenda. “Ahora sí puedo morir en paz”, dijo uno de ellos, mientras contemplaba la imagen suspendida de Mustaine en la pantalla gigante. “Faltan Metallica, AC DC, Led Zeppellin...”, le respondió otro.
agradeciemiento especial a Bishibosh! por la fotografia que ilustra este post

2 comentarios:

ichiboch dijo...

Compañero de creditos por la foto je je je super buenas las fotos del aeropuerto!!!

Megadeth Spanish Droogies dijo...

oigame bishi sorry lo olvide ahi mismo te coloco el crefitazo correpondiente.